Milagro del Santo Cristo de este convento de La Magdalena
Año de 1671
En el pueblo de La Magdalena de la Nueva España en
29 días del mes de septiembre de este presente año de 1671 años: Juan López de Aguilar, teniente nombrado por
el capitán Rodrigo Jiménez, alcalde mayor de la Provincia de Etzatlán, de la
Santa Hermandad, por Su Magestad.
Por cuanto este dicho mes y año en este pueblo de
La Magdalena, sucedió como a las doce del día poco más o menos. Habiendo tenido noticia el guardián de este
convento, fray Juan Bañuelos y el padre fray Francisco Ponce asistentes en este
convento que el domingo que se contaban 27 del dicho mes, una Imagen de Cristo
Nuestro Señor Crucificado que estaba puesto en la puerta de dicho convento
entre el púlpito y la puerta por donde salen las misas. Puesto en la pared sobre un petate, había
sudado.
Y yendo los dichos padres este día 29 de septiembre
a quitarle de donde estaba y algunos naturales que vinieron a bajarle. Bajándole al suelo, le vieron unas gotas de
sudor todo en redondo de las costillas de la parte del costado y viéndole así, fueron
e hicieron que se me llamara. A lo que fui y vide por vista de ojos las GOTAS
DE SUDOR DE COLOR DE SANGRE.
Y llevándole al altar mayor, sin tocarle,
poniéndolo encima del altar a vista mía y de todo el pueblo que ocurrió en esta
ocasión a la iglesia, fue multiplicándose el sudor por todo el cuerpo, frente y
rostro y por brazos que estaban llenos de polvo y tierra brotaban las gotas que
se mojaba el polvo que tenía en los brazos y cuerpo. Y habiendo limpiado por segunda vez con unos
algodones, tornó a sudar que corría dicho SUDOR DE SANGRE por su santísimo
cuerpo a vista mía y de todos los del pueblo.
Y visto por los dichos padres, el padre fray
Francisco Ponce me pidió se hiciera la diligencia que se hizo para ver si había
fraude o engaño en esto. Y así,
quitándole la corona y las potencias, volviéndole la cabeza abajo y los pies
arriba me dijo:
-Vuestra
merced haga exactas y mire con toda atención y cuidado los agujeros que tiene
en la cabeza donde se ponen las potencias si cae por ellos alguna agua o si
está húmedo-
Y la misma diligencia se hizo en los agujeros de
las manos y de los pies y clavos y registrándose todo el santo cuerpo y
costado.
Y certifico y doy fe y verdadero testimonio y todo lo dicho y verdadero según y como al pie de la letra. Y para mayor fuerza, habiendo visto el portentoso milagro que Su Divina Magestad obró presente a todos los de este pueblo así españoles como naturales que se hallaron presentes y vieron sudar.
Y con los testigos de mi asistencia los llamé para
que firmasen este, mi testimonio, conmigo que lo fueron: Martín de Murrieta, Martín de Virguete y
Antonio Guevara, Diego de la Águila y Francisco Guevara, Nicolás de Rojas,
Bartolomé de Salmerón españoles y vecinos de este dicho pueblo y yo, el dicho
teniente lo autorizo como juez receptor por no haber escribano público ni real
en esta jurisdicción ni en muchas leguas en contorno ante quien pasen los
escritos de este juzgado: doy fe.
JUAN LÓPEZ DE AGUILAR BARTOLOMÉ DE SALMERÓN
Detalle del Señor Milagroso de Magdalena,Jalisco. La Imagen de la que trata el documento anterior actualmente se resguarda y venera en el mismo pueblo. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario